LA MASACRE DE LOVELVAN
I.
Todo iba bien en Lovelvan hasta que, detrás del gran Tocullón de piedra, aparece por el agua un Fiorino blanco a toda velocidad. Detrás de él, tres radiopatrullas de pacos con ametralladoras lo persiguen. Como si el mar fuera una carretera gringa, como sacada del programa del novecientos once.
Nosotros, saltamos e intentamos ocultarnos en la roca que antes ocultaba nuestros tragos, sin quitar un ojo a la persecución. Sudo frío al notar que el grupito que carreteaba al lado de nosotros se pone violento. Ellos se pararon y se acercaron a nosotros, corriéndoles mano a alguna del grupo nuestro o gritándole chuchadas a Parga. Mi polola se pone tras mío, buscando seguridad en mi. En el instante, mi cuerpo se llenó de una adrenalina sedienta de violencia. Grité a mis amigos: "¡Vamos a sacarles la cresta! ¡Repleguémonos!"
Y corrí en contra de ellos, con mis puños apretados. Cuando le pegué a uno en la cara me volteé para ver cómo peleaban mis cuates. Ellos estaban sentados, sin hacer nada. "¡Hijos de la reputa!" me digo a mi mismo, al notar cómo me habían dejado solo en el momento más crucial.
Eso me llenó aún más de ira, por lo que voltee nuevamente para continuar con lo que sabía que sería mi masacre, donde todo apostaba en contra mía.
Anormalmente, aparece por la playa un guardia flaco que no podría defenderse ni a si mismo. Lo agarro del pescuezo y de un puñete en la cara lo derribo. Cuando está en el suelo, hago lo que quería conseguir: buscar un arma. Encuentro una luma, lo que me parece excelente. Corro donde estaban los del grupo de al lado. Ellos tenían arrinconado a mi primo Nacho, que se defendía con lo que podía. Yo con la luma les empecé a pegar en sus caras. Sus trozos de dientes chocaban en mi desfigurada cara llena de ira.
Nacho era el único que me acompañó en la pelea. Mis 'amigos' miraban la pelea, cubriéndose detrás de las mujeres, que gritaban desesperadas. Me paré al medio de la pelea y divisé entre la oscuridad al Fiorino que salía del agua y se adentraba en la playa, en dirección a mi y mi polola y mi grupo. Las radiopatrullas iban tras el, ametrallándole los parabrisas al Fiorino.
En ese momento, el tiempo se detuvo. Las caras desfiguradas de terror de las mujeres sin saber que hacer mirando al Fiorino que les llevaba la muerte hacia donde estaban. Las radiopatrullas, una en llamas y la otra con un paco ametrallando a quemarropa, haciendo drifting en la arena. Los noqueados que yacían en la arena, con sus caras ensangrentadas. Los dientes que se enterraban por los zamarreos en la arena. Mi primo Nacho que fijaba su vista con furia en uno de los conchasdesumadre que le había corrido mano a una del grupo.
“¿¡Qué chucha es todo esto!? ¿¡Como empezó esta pelea de mierda!? Siento mi cara moreteada… y mis dientes sueltos… ¿por qué estos hueones no pelean conmigo? ¿Por qué son tan maracos, escondiéndose detrás de las chiquillas? ¿Cómo chucha es posible que esos autos culeados anden por el agua así como si nada? ¿Y qué mierda hacía el guardia enclenque del Terminal de Buses Viejo metido en esta playa?”
Repentinamente, el tiempo volvió a su curso normal. El Fiorino blanco estaba a metros de mi polola. Corro en su rescate, pero en el camino siento un dolor enorme en la nuca. Me la toco, y veo mi mano llena de sangre. Me volteo para ver quién fue el hijo de puta. Le veo la cara, y quedo con la sensación de que ya lo había visto antes. Y luego, todo se tornó blanco.
Etiquetas: MIND
3 Comments:
PERO COMOOOOO!!!??
y quien te pegó al final?
aaaaaaaaaaaa
odio las cosas inconclusas!
espero haya sido una volà no màs
por que si no es asi este verano hay que ir a hacer cazeria de brujas
ñacañaca
oieeeeeeeee
pucha pobrecito!!!!!
que tenia sangreee!!!!
usha mi plim!! pobrecito!
hahahahahha
la media volaita logo!!!
beshostes!
hoy te vi!
sisisisis
beshos más!!
aioz!
me dio lata leerlo
un poko largo el texto
jijijiji
aunke me imagino que debe ser la media volaita
como siempre pastel!
muxos lilis para vos!
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